domingo, 31 de mayo de 2009


La oración que el Papa introdujo en el Muro de las Lamentaciones



Dios de todos los tiempos,

en mi visita a Jerusalén, la "Ciudad de la Paz",

morada espiritual para judíos, cristianos y musulmanes,

te presento las alegrías, las esperanzas y las aspiraciones,

las angustias, los sufrimientos y las penas de tu pueblo esparcido por el mundo.

Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob,

escucha el grito de los afligidos, de los atemorizados y despojados;

envía tu paz sobre esta Tierra Santa, sobre Oriente Medio,

sobre toda la familia humana;

despierta el corazón de todos los que invocan tu nombre,

para caminar humildemente por la senda de la justicia y la compasión.


"Bueno es el Señor con el que en El espera,

con el alma que le busca" (Lamentaciones 3, 25)

1 comentario:

  1. Ante sentido semejante, con todo el corazón sólo puedo pedir Quién especialmente lo oye, Amén. Cordialmente Mercedes Sáenz

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