
LOS YUYOS DE MI TIERRA
Achicate, hermano
no busqués la loma,
andá por los bajos
pisa el trebolar;
no temás el charco
que el agua es playita,
y el barro del cmapo
no sabe ensuciar.
Si querés altura
mirá las estrellas
donde anida el rumbo
que conduce a Dios;
no negués tu rostro
al ala del viento
mp cubrás tu frente
por no ver el sol.
Pará las orejas
y escuchá los grillos,
rumiá tu silencio
y aprendé a callar;
te dirán verdades
que estaban o cultas
como una nidada
en el alfalfar.
No vendás distancias
por comprar sosiego
no dejés taperas
después de acampàr;
tenñe fe en la huella,
buscá el horizonte:
de seguro un día
lo habrás de alcanzar.
Florecé a los vientos
como lo hace el cardo
que llegado a seco
libera el pompón;
no apurés la historia,
no arriés tus banderas,
confiá en tus hermanos
como ellos en vos.
Vení y matearemos
despacito, juntos,
me hablarás de lucha
te hablaré de fe;
y al final del día
nos daremos cuenta
de que en igual senda
andamos tal vez.
Cuando el sol se vaya
y la tarde caiga,
se abrirán los ojos
al partir el pan;
y entonces sabremos
que por el camino
nos venía arreando
el Dios de la paz.
MMAMERTO MENAPACE
Monje benidictino del Monasterio Santa María de Los Toldos
Nada había leído de él. me gustó muchísimo. Un abrazo Mercedes Sáenz
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